El 30 de noviembre de 2018, Estados Unidos, México y Canadá forjaron un acuerdo comercial conocido como Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá o USMCA (por sus siglas en inglés) o T-MEC (Tratado México, Estados Unidos, Canadá en español). El USMCA sustituye a su predecesor, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde 1994.
En virtud de los términos del TLCAN, los aranceles sobre muchas mercancías que circulan entre estas tres grandes potencias económicas de América del Norte se redujeron significativamente con el tiempo. En 2008, se redujeron o eliminaron los aranceles sobre mercancías de los sectores agrícola, textil, automovilístico y otros.
Estos tres países están decididos a reforzar aún más sus relaciones comerciales entre sí e impulsar los negocios de forma que beneficie a cada una de sus economías. Exploramos lo que este nuevo acuerdo significa para estos entornos comerciales en auge.
Evolución del TLCAN/USMCA
El USMCA nació del recientemente anunciado Acuerdo Comercial entre EEUU y México, finalizado en agosto de 2018. En septiembre de 2018, Canadá y EEUU consideraron y acordaron sustituir el TLCAN e incorporar a Canadá a este nuevo acuerdo con México.
El USMCA es una versión cuidadosamente actualizada de un acuerdo que rozaba los 25 años de antigüedad. Esta actualización retomará necesariamente cada uno de los puntos del antiguo tratado y los actualizará a la luz de las situaciones políticas y comerciales actuales. A pesar de haberse firmado, el acuerdo aún no ha entrado en vigor, ya que no ha sido ratificado oficialmente. Ahora comienza el proceso un tanto tedioso de que este acuerdo sea aprobado por los legisladores estadounidenses, canadienses y mexicanos, es un proceso complicado que requerirá un poco de tiempo y paciencia.
¿Qué significa esto para las empresas?
En primer lugar, es esencial comprender qué parte de qué economías se verá afectada por este nuevo acuerdo. El acuerdo afecta a diferentes partes de la economía, como los productos agrícolas, los productos manufacturados, las condiciones de empleo y el comercio digital, entre otros. Las principales características del acuerdo incluyen:
Disposiciones lácteas: Estados Unidos tendrá un mejor acceso al mercado lácteo canadiense (en torno al 3,6%).
Industria del automóvil: México, Canadá y EEUU demuestran cada uno su fortaleza en la industria del automóvil. Los automóviles que tengan al menos el 75% de sus componentes fabricados en EEUU, México o Canadá, podrán importarse a través de los tres países sin aranceles. Este acuerdo pretende incentivar el aumento de la producción de automóviles en Norteamérica. Además, los trabajadores de esta industria disfrutarán de mayores salarios por hora como resultado de este acuerdo.
Empleo: Cuando acuerdos como éste facilitan el comercio y el desarrollo de sus signatarios, tienden a impulsar el desarrollo y el crecimiento del empleo. Según Larry Kudlow, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, el nuevo acuerdo “sería muy importante y añadiría medio punto del PIB y 180.000 nuevos puestos de trabajo al año”.
Evolución de la ratificación
En esta parte, abordaremos dónde están los responsables de la toma de decisiones sobre el acuerdo USMCA, y cuáles son las últimas noticias al respecto. Para empezar, el presidente estadounidense, Donald Trump, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se reunieron el 25 de agosto de 2019 al margen del G7 y debatieron cómo conseguir que sus respectivos parlamentos aprueben el pacto comercial. ¿Por qué es esencial para ellos que el comercio sea útil con prontitud? Porque Trudeau se presenta a la reelección, el próximo octubre, y las encuestas sobre su intención de voto le sitúan en pie de igualdad con el Partido Conservador. Mientras que Trump quiere ratificar el pacto antes de las elecciones de 2020 en su país.
Por otra parte, el Secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, predijo el 25 de agosto que el Congreso ratificará “el próximo mes o dos” el acuerdo comercial renegociado con México y Canadá. “El USMCA debería aprobarse en uno o dos meses. Esto añadirá mucho crecimiento en Estados Unidos, México y Canadá”, dijo Mnuchin en una entrevista con Fox News Sunday en Biarritz (Francia), donde asiste a la cumbre del G7.
Sabíamos que el acuerdo comercial queda aplazado como muy pronto hasta septiembre, debido a que la Cámara de Representantes y el Senado (ambos de EEUU) se van a un receso estival de seis semanas. El tiempo necesario para finalizar el acuerdo está haciendo que los republicanos pierdan la paciencia.
Oportunidades para México
Se renueva la confianza de los inversores y las empresas en la viabilidad de operar en el mercado mexicano, independientemente del sector. Esto ya se ha traducido en un aumento sustancial de las empresas que invierten y se establecen empresas en México.
Los vínculos rejuvenecidos con dos importantes mercados norteamericanos aseguran canales comerciales para los exportadores mexicanos en el futuro. Con su posición geográfica ideal, el país tiene un alcance expansivo tanto en las regiones del norte como del sur del continente.
El nuevo acuerdo garantizará que México se convierta en el principal socio comercial de los otros dos signatarios. Las normas de liberalización significan que no habrá aranceles aduaneros ni barreras comerciales a la exportación de servicios digitales. Además, la renovada relación entre EEUU y México supone un cambio de tono positivo en el tema de la seguridad y la migración.
El acuerdo comercial es una especie de “gran victoria” para México. El país acaba de convertirse en el proveedor de servicios más rentable para EEUU en términos de diferencias salariales. Además, los inversores extranjeros en México procedentes de EEUU pueden disfrutar de un proceso de facilitación en términos de administración y método para llegar mejor al mercado.
Otro punto fuerte significativo del acuerdo es que facilitará el crecimiento y el comercio de productos o servicios digitales totalmente nuevos, como los prolíficos mercados de datos y comercio electrónico. También ayuda a aliviar las preocupaciones sobre la volatilidad de los tipos de cambio, en particular para México. La estabilidad de la moneda permite a las empresas planificar mejor sus finanzas futuras. Este elemento empuja a la gente que estaba indecisa sobre la utilización de servicios o la realización de inversiones en México hacia el verde, lo cual es una gran noticia para el crecimiento empresarial en el país.
En términos laborales, para México, el acuerdo permite al país llegar a más áreas laborales como el medio ambiente y los derechos de propiedad intelectual de los productos farmacéuticos.
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