Antes de abordar el tema de la liquidación de empresas en Chile, vale la pena destacar por qué puede haber entrado en el mercado en primer lugar.
Chile es uno de los países más estables y prósperos de Sudamérica. Los inversores acuden al país por la transparencia política y financiera de la región. En 2021, su crecimiento interanual del PIB fue de un impresionante 11,7%. El PIB total es de 317.000 millones de dólares (USD) y el PIB per cápita está por encima de la media regional, con más de 16.000 dólares.
Chile cuenta con una gran riqueza de recursos naturales, un sistema jurídico y macroeconómico estable, un elevado potencial de crecimiento e infraestructuras de alta calidad. Los inversores extranjeros aportaron unos 12.720 millones de dólares a la economía en 2021.
Chile tiene un mercado próspero y muchos lo eligen para lanzar nuevas oportunidades comerciales en el extranjero. Sin embargo, ¿qué ocurre si las cosas no salen según lo previsto? Es posible que desee considerar la liquidación de su empresa.
Este artículo le guiará a través de su estrategia de salida mientras vemos los diferentes pasos a seguir para liquidar una empresa en Chile.
¿Qué es la liquidación de una empresa?
Liquidar una empresa es el proceso de cerrar todas las actividades y redistribuir los activos de la empresa entre los acreedores. Esto suele ocurrir cuando una empresa ya no puede pagar sus deudas o préstamos y se considera insolvente. Sin embargo, a veces puede optar por ser más estratégico con la liquidación de su empresa, por ejemplo, si no puede prever un futuro rentable en su mercado.
El proceso de liquidación implica la venta completa de todas las existencias, activos físicos (como maquinaria o mobiliario) y activos financieros. La venta de activos permite a la empresa pagar sus deudas, a los acreedores y a los accionistas. Al fin y al cabo, una vez que una empresa ha pagado todas sus deudas, cierra y cesa toda actividad comercial.
¿Cuáles son las autoridades chilenas responsables de los procedimientos de liquidación?
La Ley nº 20.720 y la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, un departamento gubernamental autónomo con personalidad jurídica propia vinculado al Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, gestionan todos los procedimientos de insolvencia en Chile.
En todos los casos, la empresa también debe inscribir la disolución en el Registro Mercantil, conocido como Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME).
Liquidación de empresas en Chile: El proceso
Las empresas extranjeras consideran que el sistema de cumplimiento de Chile es uno de los mejores de América Latina, conocido por su fiabilidad y claridad. En cuanto a la “salida de la empresa”, liquidar su negocio y encontrar el proveedor jurídico adecuado para ayudarle es relativamente sencillo.
Antes de la liquidación
Antes de iniciar el proceso de liquidación de su empresa, asegúrese de llevar a cabo primero estos pasos:
- Estar al día en sus pagos con el Estado: asegúrese de pagar todas las facturas pendientes del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y otros impuestos.
- Pague a sus acreedores: liquide todas las facturas acumuladas durante la vida operativa de su empresa.
- Asignación de activos: antes de cualquier liquidación, debe asegurarse de que todos los activos se asignan a los accionistas
- Póngase en contacto con un notario competente: presente la disolución de su empresa ante un notario, que deberá firmar y confirmar todo por escrito. Este proceso le costará unos 57.600 CLP$ (equivalentes a 80 US$)
Una vez hecha la declaración ante notario, debe decidir una de las tres opciones principales de liquidación:
- Transferencia de propiedad: venta de la empresa
- Liquidación de la empresa
- Procedimiento de insolvencia: cuando no se puede pagar a los acreedores, se solicita el procedimiento de insolvencia.
Procedimientos de liquidación o insolvencia
En primer lugar, es esencial precisar que un proceso concursal es un procedimiento judicial cuyo objetivo es lograr una liquidación rápida y total de todos los activos (físicos y financieros) de una empresa, para pagar a sus acreedores. Un acreedor es una persona titular de un derecho de crédito, es decir, una persona o entidad (empresa, organización, etc.) a la que alguien debe una suma de dinero.
Si desea liquidar su empresa en el ordenamiento jurídico chileno, el tribunal civil de la región de su empresa le considerará como la empresa deudora que debe hacer frente a los créditos y deudas, y el procedimiento se llevará a cabo en consecuencia.
Procedimiento voluntario
Cuando la empresa deudora lo solicita directamente, el procedimiento de quiebra se considera facultativo. Si, como liquidador, desea iniciar el procedimiento de liquidación voluntaria, debe presentar una solicitud de liquidación voluntaria y la siguiente información ante un tribunal competente:
- La lista de sus bienes, su ubicación y las cargas que les afectan
- La lista de sus bienes legalmente excluidos de la liquidación
- La lista de sus juicios en curso
- El estado de sus deudas, con el nombre, dirección y datos de contacto de los acreedores y la naturaleza de las mismas
- La masa salarial de su plantilla, con independencia de su situación contractual, con indicación de las prestaciones laborales y de Seguridad Social devengadas y, en su caso, de los privilegios de que goce
- Todo ello con su informe de liquidación
Procedimiento forzoso
La liquidación forzosa se produce cuando uno de sus propios acreedores inicia el procedimiento.. El acreedor debe presentar una demanda de liquidación forzosa ante un tribunal civil, por uno de los siguientes motivos:
- Si no puede pagar sus obligaciones al acreedor solicitante
- Si su empresa no ha presentado activos suficientes en el plazo de cuatro días a partir de los respectivos requerimientos, y existen dos o más garantías operativas vencidas de diferentes obligaciones, y se han iniciado al menos dos ejecuciones contra ella.
Los deudores pueden llegar a los siguientes acuerdos con sus acreedores:
- Preparar la liquidación
- Asignar fondos suficientes
- Participar en el proceso de reorganización
Una vez que el tribunal admita el juicio, necesitará un conjunto claro de procesos judiciales. Muchos aconsejan que su proveedor de servicios jurídicos o un experto jurídico local de confianza le acompañe y le guíe a lo largo del proceso.
Opciones de liquidación voluntaria
Cuando organiza su liquidación, se trata de una liquidación voluntaria. En Chile, puede cerrar temporalmente su empresa antes de tomar esta decisión de liquidación. Durante este período, su empresa suspenderá temporalmente las obligaciones fiscales y los pagos. Podrá reanudar su actividad empresarial en cualquier momento. Si elige esta opción, tendrá que aclarar o pagar los impuestos atrasados, presentar un balance provisional y presentar documentos fiscales sellados.
Si opta por cerrar definitivamente su empresa, tendrá que expedir además el cierre de todas las actividades. Tendrá que publicar su decisión de liquidación voluntaria (consentida por los socios de la empresa) en el boletín o diario oficial del país, llamado Diario Oficial. Tendrá que solicitar el cierre de su permiso municipal, para que el ayuntamiento deje de enviarle facturas.
Preguntas frecuentes para liquidar una entidad en Chile
Basándonos en nuestra dilatada experiencia estas son las preguntas y dudas habituales de nuestros clientes a la hora de liquidar una entidad local
Junta de accionistas: Los accionistas de la empresa convocan una junta y deciden disolver la empresa e iniciar el proceso de liquidación.
Nombramiento del liquidador: Se nombra un liquidador, que puede ser un tercero o el representante legal de la empresa. El liquidador supervisa el proceso de liquidación.
Notificación a las autoridades: La decisión de disolver y liquidar la empresa debe notificarse formalmente al Servicio de Impuestos Internos (SII), al Instituto de Previsión Social (IPS) y a otras autoridades pertinentes.
Publicación de la notificación: Se publica un anuncio de la disolución y liquidación de la empresa en el Boletín Oficial y en un periódico local para informar a los acreedores y otras partes interesadas.
Liquidación de activos y liquidación de deudas: La empresa procede a liquidar sus activos y saldar sus deudas, garantizando la correcta distribución de los fondos entre los acreedores.
Liquidación de empleados: Liquidación de las obligaciones de los empleados, incluido el pago de salarios, indemnizaciones y otros derechos de conformidad con la legislación laboral.
Cierre de cuentas y cumplimiento de obligaciones fiscales: Cierre de las cuentas de la empresa y cumplimiento de las obligaciones fiscales, incluida la presentación de las declaraciones fiscales definitivas.
El proceso de liquidación durará normalmente entre (6) y (12) meses, suponiendo que la entidad esté al corriente de sus obligaciones y no se requieran trabajos de rectificación.
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