La percepción mundial del cannabis y sus usos está cambiando a un ritmo vertiginoso. Este cambio parece concentrarse en América Latina, a medida que los movimientos hacia la despenalización arrasan en los parlamentos de varios países favorables a la industria.
Como efecto indirecto, el cambio que está surgiendo en esta industria agrícola está revelando oportunidades muy rentables para las empresas. A medida que estas oportunidades se materializan en los países y empresas pioneros, otros gobiernos se apresuran a aprovechar el potencial de esta industria emergente.
Exploramos la evolución de la industria del cannabis en América Latina y la cronología de la legalización entre los principales productores de cannabis de la región.
América Latina – Reformas de la legislación sobre cannabis en EE.UU. y Canadá
Tras décadas de políticas de prohibición y criminalización, dirigidas principalmente por el gobierno de Estados Unidos desde los años 60, los cambios en torno a la despenalización que se aplicaron en el ámbito nacional tuvieron importantes consecuencias para el resto del continente.
La legalización del cannabis medicinal (y en algunos casos, también del recreativo) en 28 estados demuestra que la era de la regulación es ya una realidad para algunos, e inminente para otros. En la misma línea, Canadá también ha cambiado recientemente sus leyes sobre el cannabis. Ahora está regulada para uso médico y recreativo en el gigante norteamericano.
¿Qué impulsa la reforma?
La promesa del crecimiento económico
Según Energias Market Research – proveedor de análisis exhaustivos de mercado- la industria del cannabis está en alza, con una tasa de crecimiento mundial prevista del 19,1% de 2018 a 2024. En cifras, el valor de la industria aumentará significativamente, de 8.280 millones de dólares en 2017 a 28.070 millones de dólares en 2024. Eso significa mayores ingresos y crecimiento para las empresas y los estados que regulan el sector.
Aceptación creciente
La investigación sigue explorando los beneficios y efectos del consumo de cannabis. Para continuar con la investigación y el desarrollo (I+D), algunos países han despenalizado el cannabis con fines médicos y científicos. Los gobiernos que quieren dar “pasitos de bebé” en el proceso de despenalización parecen más rápidos a la hora de aprobar la planta sólo con fines de investigación.
Una encuesta reciente publicada por el Washington Post muestra que más de la mitad de los adultos estadounidenses han probado el cannabis al menos una vez en su vida, y alrededor del 22% -casi 55 millones- han consumido la planta hasta dos veces en el último año. La encuesta muestra también que la mayoría de los estadounidenses están de acuerdo en que consumir marihuana es socialmente aceptable.
América Latina en el auge mundial del cannabis
Varios países latinoamericanos que se apresuran a legalizar la planta se disputan el puesto de principales proveedores del mercado mundial de cannabis, basándose en las ventajas competitivas que poseen sobre otros países.
La legalización pionera del cannabis en Uruguay en 2013 desencadenó una oleada de políticas y leyes más liberales en toda América Latina. Desde entonces, otros países han seguido los pasos de Uruguay, o se están preparando para convertirse en el próximo país latinoamericano en despenalizar. Entre ellos se encuentran México, Colombia, Argentina, Perú, Paraguay y Chile. Todos ellos han introducido normativas para despenalizar el cannabis medicinal, el cáñamo o los productos con cannabidiol (CBD).
Con una población en América Latina de unos 620 millones de personas, el mercado del cannabis se perfila como la próxima plataforma de expansión global para los inversores extranjeros. Este atractivo para los inversores se basa en tres pilares fundamentales:
- acceso a tierras de calidad (de bajo coste) con un clima ideal
- menores costes de producción y de mano de obra
- Ubicación estratégica (cerca de los principales países consumidores).
Como resultado, la región espera liderar el sector del cannabis medicinal en los próximos años.
Oportunidades para la región
América Latina es una de las mayores regiones comerciales del mundo. En 2017, la región atrajo capital de inversión extranjera por un total de más de 161.700 millones de dólares estadounidenses. La agricultura, un sector de gran éxito en toda América Latina, goza de un entorno de crecimiento favorable, que genera bajos costes de producción y la convierte en una opción popular para los inversores.
La oportunidad reside en la producción de cannabis y productos derivados. Las mismas condiciones que sustentan un sector agrícola fuerte son igualmente ventajosas para la industria del cannabis. El bajo coste de la tierra y la mano de obra, el bajo nivel de inversión necesario y la temporada de cultivo que dura casi todo el año hacen que los cultivadores estén ansiosos por abrir negocios en América Latina. La reducción de los gastos generales para cultivar cannabis conduce a márgenes más altos en las exportaciones y ventas de cannabis.
La novedad del cannabis en América Latina también abre las puertas a empresas que ofrecen productos cosméticos, alimentos y bebidas, por nombrar algunas industrias en las que puede introducirse la versátil planta.
En conjunto, el mercado latinoamericano del cannabis tiene un valor previsto de 12.700 millones de dólares para 2028. Se espera que 8.500 millones de dólares procedan del cannabis medicinal. A medida que los gobiernos y los grupos a favor de la legalización presionen para que se suavicen las normativas sobre el cannabis, el mercado seguirá creciendo. Se prevén nuevos auges de la demanda mundial a medida que más países den cabida a un mayor consumo y venta de productos de cannabis.
Líderes regionales emergentes en la producción de cannabis
Las cinco economías latinoamericanas líderes en la legalización del cannabis mencionadas anteriormente están estableciendo ejemplos sin precedentes para que otros los sigan. Su enfoque progresista de la producción y el procesamiento del cannabis les ha situado en una trayectoria de éxito mundial.
Uruguay desencadenó la tendencia a la despenalización
Siendo el primer “experimento” de la región, Uruguay está aprovechando su condición de pionero en la producción de cannabis. Tras 6 años de legalización del cannabis en el país, están surgiendo ganancias monetarias en el mercado uruguayo del cannabis. Como “veterano” en la regulación del cannabis, los observadores del mercado siguen de cerca al país, destacando sus ventajas en cuanto a capacidad de exportación y conexiones con grandes bloques comerciales como el MERCOSUR.
Silverpeak Life Science Uruguay Inc es una de las mayores empresas del sector de la marihuana medicinal del país. La empresa está haciendo ruido sobre la inversión de unos 35 millones de dólares este año en el mercado emergente para construir un gran laboratorio de extracción en 2020, lo que cuadruplicaría efectivamente la producción.
Uruguay, sorprendentemente, aún no ha visto otras inversiones significativas como las que prometen impulsar la industria del cannabis en EE.UU. y Canadá. Esto podría deberse, una vez más, a la condición de Uruguay como uno de los primeros países en afrontar el proceso de legalización. Otra teoría es que el acercamiento del país a posibles inversores no se ha extendido a los grandes compradores de los mercados norteamericanos.
Los niveles de inversión podrían acelerar el ritmo a medida que los principales productores e inversores de cannabis empiecen a saturar los puntos calientes del cannabis en Latinoamérica. Con el impulso del gobierno y un marco legal sólido, Uruguay podría convertirse en el primer país en alcanzar los 1.000 millones de dólares en exportaciones anuales de productos de cannabis medicinal en los próximos 5 años.
Colombia un país de alto rendimiento
Tras la formalización oficial por parte del gobierno de su industria del cannabis medicinal en 2017, el país se está adelantando rápidamente para convertirse en uno de los principales proveedores regionales y mundiales de cannabis.
Con un apoyo cada vez mayor de su sociedad tras años de lucha contra el tráfico ilegal de drogas, el gobierno colombiano avanza con la ambición de desarrollar el mercado colombiano de cannabis para convertirlo en un competidor a escala mundial. El país pretende suministrar 40,5 toneladas de cannabis medicinal al año a partir de 2019.
Con la firma por el ex presidente de un proyecto de ley para dar luz verde a los cultivadores, Colombia ya cuenta con aproximadamente el 44% de las licencias expedidas en todo el mundo.
Teniendo en cuenta que el sector del cannabis medicinal vale actualmente unos 31.000 millones de dólares estadounidenses, la industria está en sus comienzos y tiene potencial para cubrir mucho terreno antes de que otros actores entren en el mercado con las mismas ventajas competitivas. Dado que los bajos precios del petróleo han reducido los ingresos por exportaciones en los últimos tiempos, se trata de una oportunidad muy importante para que Colombia diversifique su economía y reduzca la dependencia de los recursos naturales.
El gobierno colombiano ha creado un marco legal para operar en la industria del cannabis medicinalLa Ley de Protección de los Consumidores, que permite a particulares y empresas vender y distribuir semillas de cannabis, cultivar plantas de cannabis (psicoactivas o no psicoactivas), fabricar derivados del cannabis y exportar productos a base de cannabis a mercados extranjeros. El gobierno estableció cuatro tipos de licencias para la fabricación legal de cannabis. Como el gobierno colombiano apoya su reivindicación de una economía de mercado abierta, no existen restricciones para que los extranjeros entren en este sector siempre que cumplan los requisitos legislativos.
Perú construyendo un marco legal
El mercado del cannabis en Perú tiene un gran potencial. En noviembre de 2017, el gobierno peruano inició el proceso de legalización del uso del cannabis medicinal mediante un proyecto de ley. Sin embargo, el gobierno no aprobó plenamente la legislación hasta un año y medio después, en febrero de 2019.
El 23 de febrero de 2019, el Gobierno aprobó el reglamento de la Ley nº 30681 que permite los usos medicinales y terapéuticos del cannabis y derivados. La ley regula el uso de la planta y fomenta la investigación en torno a sus supuestos beneficios. Perú establece ahora un marco estricto para los productos destinados exclusivamente a fines medicinales y terapéuticos.
Actualmente, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Agricultura se encargan de distribuir los permisos. El mercado peruano del cannabis ofrece los siguientes permisos para operar en la industria del cannabis medicinal:
- Investiga
- Importación o comercialización al por mayor
- Comercialización al por menor
- Producción.
El movimiento de Perú hacia la legalización y sus crecientes conexiones internacionales con compradores interesados lo convierten en otro centro potencial para la producción de cannabis. Aunque no es un actor agrícola tan dominante como algunos de sus vecinos, las exportaciones agrícolas de Perú están aumentando gracias a esta conectividad. Existe un gran potencial para que los productos del cannabis salten a la espalda de los canales de exportación bien establecidos de Perú.
México: las leyes contra el cannabis son “inaplicables
Tras muchos años librando una guerra contra las drogas, México ha cambiado de opinión. Ahora está impulsando un rápido proceso de despenalización y regulación de la industria del cannabis. . Mexico’s Supreme Court recently deemed its current laws against cannabis unenforceable as a result of a number of small cases regarding possession and use of cannabis. This unparalleled ruling led to internal pressure for Mexico’s policymakers to legalize cannabis in a short space of time.
En consonancia con la sentencia del Tribunal Supremo, Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación de México, propuso un proyecto de ley para reformar las leyes actuales sobre el cannabis. El proyecto de ley sugiere permitir la posesión de 20 plantas de cannabis como máximo por persona, únicamente para consumo personal.
Como firme defensora de la legalización, Cordero también planteó puntos a tener en cuenta por los responsables políticos en cuanto al refuerzo de la regulación y la supervisión del sector para mantener a salvo a los consumidores. Si se aprueba el proyecto de ley, la gente podrá consumir cannabis con fines recreativos en lugares públicos, y producir hasta 480 gramos para uso personal al año.
Ecuador tantea el terreno
El gobierno ecuatoriano está a punto de aprobar una ley que permita la producción controlada de cannabis a finales de 2019. Las leyes vigentes en Ecuador permiten el consumo personal de cannabis y la posesión de hasta 10 gramos. A pesar de ello, la venta de cannabis sigue siendo ilegal.
La industria del cannabis medicinal ha experimentado retrasos en su legalización debido a desacuerdos en el gobierno. La legislación que formaliza la industria del cannabis medicinal en Ecuador lleva flotando desde 2016. Debido a la novedad del cannabis en el sector médico, la investigación sigue descubriendo posibles beneficios y efectos. Esto deja a los responsables de la toma de decisiones con la difícil tarea de sacar sus propias conclusiones sobre si los beneficios sugeridos identificados hasta ahora merecen o no la despenalización total.
Si se aprueba, el ámbito de Ecuador para la producción de cannabis puede seguir pareciendo mansa en comparación con legislaciones progresistas como la de Uruguay. Sin embargo, Ecuador aún puede beneficiarse de un mercado de cannabis medicinal en auge.
Con un mayor apoyo público, y otros ejemplos a seguir, Ecuador podría ver cómo las reformas entran en vigor a finales de 2019. Estas las reformas afectan al Código Sanitario Ecológico (COS), que habría que cambiar para considerar la eficacia del cannabis contra determinados problemas de salud basándose en las pruebas actuales. El cambio de clasificación eliminaría el mercado negro de cannabis medicinal, reduciendo el riesgo para las personas que buscan productos de calidad.
Se ofrece a la consideración del gobierno la posibilidad de establecer licencias quinquenales para la producción y fabricación de cannabis. El Ministerio de Salud de Ecuador se encargaría de la concesión de licencias, y la responsabilidad de la supervisión operativa se distribuiría entre otros departamentos gubernamentales.
Las licencias propuestas permitirían la producción de variedades de cannabis y semillas con un contenido de tetrahidrocannabinol (THC) no superior al 1%. La Asamblea Nacional celebrará un último debate sobre la reclasificación del cannabis en la COS.
Por tanto, Ecuador tiene la oportunidad de entrar con fuerza en la carrera regional por dominar el mercado del cannabis y asegurar las cadenas de suministro internacionales.
Perspectivas para América Latina
Otros países de América Latina que avanzan en direcciones similares son Chile, Argentina y Paraguay, con leyes que despenalizan el consumo de cannabis medicinal, cáñamo o productos con CBD (cannabidiol). La legalización del cannabis en América Latina es un movimiento empresarial inteligente para todos los que tengan capacidad para regularlo. No sólo proporciona oportunidades de empleo y otra fuente de ingresos para el país, sino que también abre las puertas a oportunidades comerciales y de inversión de países que sufren escasez de productos derivados del cannabis.
Con marcos legales estables que apoyan los procesos de producción de cannabis, se espera que América Latina se convierta en una región suministradora dominante de extractos y derivados de cannabis al mercado mundial en los próximos años.
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