La reestructuración empresarial en Colombia implica el estudio y modificación de sistemas operativos y prácticas financieras de su empresa, con el objetivo de mejorar el rendimiento comercial y aumentar la rentabilidad. Al optar por la reestructuración de su organización, podrá reducir su tamaño o el de los elementos de bajo rendimiento, adaptarse a las nuevas realidades empresariales, mejorar procesos de gestión, planificar mejor sus impuestos locales en Colombia e identificar y mitigar los riesgos inminentes antes de que crezcan hasta el punto de afectar sus intereses.
Colombia ha sido testigo de un crecimiento considerable en las últimas décadas, con un crecimiento del producto nacional bruto (PIB) que nunca ha bajado del 2% desde 2001 y que ha alcanzado un total de $323.600 millones (todas las cifras en USD) en 2019. Mientras tanto, el ingreso nacional bruto (INB) -un marcador clave de prosperidad- alcanzó los $6.510 per cápita ese mismo año, una cifra que sitúa a Colombia como un país de renta media-alta según los estándares internacionales.
Colombia ha sido tradicionalmente uno de los destinos más populares para la inversión extranjera en América Latina, aumentando sus entradas de inversión extranjera directa (IED) en un 24% entre 2018 y 2019, hasta alcanzar los $14.300 millones. Además, Colombia se convirtió en el tercer país de la región en ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), tras ser aceptado en abril de 2019. Las principales exportaciones de Colombia son el petróleo crudo, el café, los minerales, las frutas y frutos secos, los árboles y las flores.
Si usted opera en el mercado colombiano y considera que puede beneficiarse de un análisis y revisión de sus intereses, continúe leyendo para entender las ventajas de realizar una reestructuración empresarial en Colombia.
Cómo hacer una reestructuración empresarial en Colombia
La reestructuración empresarial en Colombia implica un análisis exhaustivo de los procesos operativos, finanzas y personal de su organización con la intención de identificar las ineficiencias, oportunidades de ahorro de costes y los pasivos o riesgos que podrían poner en peligro su negocio en el futuro. Los cambios sugeridos resultantes pueden abarcar las prácticas financieras o laborales de la empresa, cultura empresarial, métodos de gestión o aplicación de la tecnología.
Es habitual que las empresas que se enfrentan a escenarios comerciales agitados decidan llevar a cabo una reestructuración corporativa, ya que es una forma de adaptarse a un cambio inesperado en el entorno empresarial o simplemente para maximizar sus beneficios.
Los principales tipos de reestructuración empresarial son:
Reestructuración financiera: Suele llevarse a cabo cuando una empresa ha dejado de ser rentable o las ventas han descendido considerablemente. En este caso, el objetivo se centra en el pago de deudas existentes y mejora de las prácticas financieras.
Reestructuración organizativa: Implica un cambio en la estructura interna de una empresa reduciendo su tamaño o modificando su jerarquía con el objetivo de hacer más eficientes las operaciones empresariales.
Reestructuración tecnológica: Implica la adopción de nuevas tendencias tecnológicas para aumentar el rendimiento comercial y mejorar la posición comercial de la empresa ante posibles competidores.
Principales ventajas de la reestructuración de su empresa
Las principales ventajas asociadas a la reestructuración empresarial en Colombia son:
Gestión de activos: Un proceso de reestructuración empresarial en Colombia puede ayudarle a identificar los activos rentables y no rentables, permitiéndole aumentar el capital de la empresa y utilizarlo para incrementar su productividad.
Reducción de costes: Al modificar la estructura de su empresa, un elemento central será identificar oportunidades de reducción de costos.
Optimización de procesos: Al llevar a cabo un proceso de reestructuración empresarial, podrá identificar y optimizar procesos vitales para el funcionamiento de la empresa, aumentando la eficiencia de la organización.
Adaptación del negocio: Un proceso de reestructuración puede ser una forma integral de adaptarse a un nuevo entorno empresarial, ya que hacer de esa adaptación el centro de la reestructuración significa que su empresa estará preparada para afrontarlos.
Satisfacción de los empleados: Por lo general, una reestructuración empresarial implicará la revisión de las condiciones de trabajo de la empresa y relación con el personal. En última instancia, esto ofrecerá a la empresa una visión del bienestar del personal y oportunidades de introducir mejoras si es necesario.
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