La velocidad de innovación en el sector de tecnología financiera, más conocido como Fintech, durante los últimos dos años ha provocado grandes avances en las formas tradicionales de la banca. A medida que el sector continúa expandiéndose, los inversionistas financieros buscan el lugar más gratificante para sus inversiones en Fintech, como puede ser Nueva Zelanda.
Es indudable que en casi todas las regiones, el Fintech está experimentando algún tipo de expansión. Sin embargo, no en todas partes pueden presumir de un entorno comercial tan transparente y estable como el de Nueva Zelanda ni pueden reclamar los mismos niveles crecientes de rendimiento de las inversiones en tecnología.
El ambiente de negocios de Nueva Zelanda es un secreto bien guardado. Se clasifica como el número uno del mundo por su facilidad de hacer negocios, el número uno en menor corrupción y además, ofrece algunas de las tasas más bajas para el desarrollo de negocios y lanzamiento de start-ups en el mundo. Como resultado de estas ventajas, las exportaciones de tecnología de Nueva Zelanda aumentaron en 1.000 millones de dólares neozelandeses en 2018. En los mismos 12 meses, el sector Fintech se convirtió en el sector tecnológico de mayor crecimiento de Nueva Zelanda, con un aumento del 42%.
Fintech en Nueva Zelanda – ¿Qué es la tecnología financiera?
Tecnología financiera es un término que abarca todo lo que combina la tecnología y el dinero. Los ejemplos incluyen aplicaciones bancarias móviles, distribuidores de préstamos en línea, chips de identificación por radiofrecuencia (RFID) y criptomonedas. Ha habido un aumento constante de la tecnología financiera desde el lanzamiento de Paypal en 1998. Sin embargo, en los últimos dos o tres años se ha producido un boom sobre todo en lo que respecta a las nuevas monedas en línea, el intercambio de datos y la seguridad de la banca en línea.
Emocionantes reformas bancarias de Nueva Zelanda
Para desarrollar el ya atractivo entorno empresarial de Nueva Zelanda, el gobierno está llevando a cabo actualmente dos grandes reformas bancarias que podrían alterar drásticamente el sector, haciendo que su industria de servicios financieros y fintech sea aún más apetitosa.
En primer lugar, el gobierno de Nueva Zelanda ha iniciado un proyecto de identidad digital que será dirigido por el Departamento de Asuntos Internos y consultado por el sector financiero privado. Es probable que esta medida haga más visibles las actividades de la industria Fintech, asegurando que las empresas alcancen mayores niveles de privacidad y lucha contra el lavado de dinero. Al hacer cumplir los requisitos de “conozca a su cliente”, las empresas de Fintech operarán con más transparencia y atraerán más usuarios e inversiones gracias al aumento de la confianza en la industria.
En segundo lugar, en 2019 Nueva Zelanda dio un paso más hacia una banca abierta. Este sistema pondría la información bancaria de todos en un solo lugar, ayudando a permitir el intercambio de datos entre los bancos y las empresas de Fintech. Esto ya se ha introducido en el Reino Unido y ha tenido efectos positivos al permitir a los clientes soluciones bancarias más simples y brindar a las empresas de Fintech mayor información sobre los hábitos bancarios de los clientes.
Obtenga ayuda de la iniciativa Start-up del gobierno de Nueva Zelanda
Hasta cierto punto, iniciar un negocio es una cuestión de capital. El hecho de no poder iniciarlo es a menudo por falta de financiación. Sin embargo, Nueva Zelanda ha logrado sortear este problema con una serie de fondos del gobierno para apoyar a las start-ups, especialmente las de tecnología.
El presupuesto de Nueva Zelanda para 2018 incluía un fondo de 1.000 millones de dólares neozelandeses para proyectos de investigación y desarrollo, así como un incentivo fiscal para las empresas de investigación y desarrollo (I+D). Las empresas de tecnología que buscan obtener parte de estos fondos deben gastar un mínimo de 50.000 dólares neozelandeses cada año.
Si se busca una inversión mayor, Nueva Zelanda tiene un número de fondos de capital de riesgo privados con una orientación tecnológica para fomentar realmente el entorno start-up.
El más conocido es Callaghan Innovation, un fondo privado que proporciona a las start-ups de Fintech con capital inicial para la investigación y desarrollo. No sólo funcionan como socios financieros sino también como socios comerciales.
El New Zealand Venture Investment Fund es un fondo similar orientado a la tecnología e innovación. Su objetivo es gastar 50 millones de dólares neozelandeses cada año para apoyar a las jóvenes empresas de tecnología.
The Icehouse es otra corporación de financiación de propiedad privada que se especializa en invertir en empresas en su fase inicial. En su cartera figuran en gran medida empresas de tecnología e innovación.
Regulación Fintech de Nueva Zelanda: Para tener en cuenta
En general, el sector Fintech ha encajado bien en el sistema de reglamentación financiera de Nueva Zelanda. No se han prohibido las actividades Fintech y no ha sido necesario introducir legislación especializada. Por supuesto, algunas empresas han tenido que ajustarse a la reglamentación bancaria, pero en general, el sector se ha adaptado al sistema bancario flexible y relativamente pequeño de Nueva Zelanda.
Dependiendo de las actividades de las empresas Fintech, es posible que tengan que cumplir con requisitos de licencia y registro y/o con los reglamentos contra el lavado de dinero al formar una empresa en Nueva Zelanda.
Los organismos reguladores y encargados de formular políticas del sistema financiero de Nueva Zelanda han sido receptivos y alentadores con respecto a la industria Fintech. La Autoridad de los Mercados Financieros (FMA) y el Ministerio de Negocios, Innovación y Empleo (MBIE) han sido sumamente positivos en cuanto al crecimiento de la industria Fintech en Nueva Zelanda. Estos organismos promueven activamente su crecimiento en Nueva Zelanda mediante la elaboración de informes sobre sus oportunidades comerciales y ayuda para resolver los problemas de identidad digital en la banca neozelandesa.
El Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) se ha acercado al entorno Fintech con un poco más de cautela y tentativa. Ha anunciado que no le gustaría inhibir el crecimiento de la industria en expansión que tiene el potencial de mejorar la banca en Nueva Zelanda. Sin embargo, son cuidadosos en monitorear y mantener la mayor integridad y seguridad para sus usuarios.
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